miércoles, febrero 16, 2005

Familia y sacramento del Matrimonio

1. La formación de los agentes de pastoral familiar

A veces los agentes de la pastoral familiar carecen de la necesaria formación teológica (cf. Documento de Trabajo del Sínodo (DTS), Capítulo 3 - Familia y sacramento del Matrimonio, n. 23).
Proponemos que a quienes desempeñan el ministerio de la catequesis prematrimonial en la Arquidiócesis (al igual que a los catequistas de la iniciación cristiana) se les exija una formación teológica mínima equivalente a un curso de 80 horas de síntesis teológica, en el cual se utilice como libro de texto principal el Catecismo de la Iglesia Católica. Naturalmente, tendría que haber un período de transición para permitir la actualización de todos los catequistas que inicialmente no cumplan ese requisito. Además proponemos que se estimule a todos los agentes de pastoral familiar a recibir al menos un año de formación específica en temas de familia en el Instituto Pastoral de la Familia (cf. ídem, n. 61).

2. Los contenidos de la catequesis pre-matrimonial

“Las distintas parroquias ofrecen programas de preparación al matrimonio con duraciones y contenidos diversos. Algunas parroquias establecen requisitos de formación demasiado pobres.” (ídem, n. 25).
Proponemos que en el año 2006 el Instituto Pastoral de Catequesis y el Instituto Pastoral de la Familia (IPF) preparen un manual de catequesis prematrimonial, concebido como texto de apoyo de un curso con una duración de ocho encuentros semanales de una hora y media cada uno. Dicho manual abarcaría los aspectos básicos dogmáticos, morales, litúrgicos, canónicos, psicológicos, médicos, etc. atinentes al sacramento del matrimonio. Podría contener recomendaciones pedagógicas y metodológicas, pero no detallaría paso a paso el desarrollo de cada uno de los encuentros (cf. ídem, n. 66).
Además proponemos que en el año 2007 se aplique este nuevo curso modelo de catequesis prematrimonial en un mínimo de una parroquia por zona pastoral. La expansión de este modelo al resto de las parroquias dependería de la evaluación de los resultados obtenidos en la experiencia piloto (cf. íbidem).

3. Subsidios para la pastoral familiar

“Escasean los subsidios sencillos para alimentar la fe de las familias y acompañar su camino de vida cristiana” (ídem, n. 35).
Proponemos que la Vicaría para la Familia, con el apoyo del IPF, edite cada dos meses un folleto de cuatro páginas acerca de algún aspecto de la vida de las familias cristianas y lo distribuya entre todos los grupos de pastoral familiar de la Arquidiócesis. Proponemos además que los primeros folletos traten los siguientes temas: indisolubilidad del matrimonio, relaciones sexuales prematrimoniales, aborto, eutanasia, fecundación in vitro, justicia social (cf. ídem, nn. 53-54).

4. Centro Arquidiocesano de Servicio a las Familias

Proponemos crear a la brevedad posible, en dependencia de la Vicaría para la Familia, un Centro Arquidiocesano de Servicio a las Familias o Consultorio Familiar Católico (cf. ídem, n. 84).
“Éste sería un Centro de escucha y acogida, atendido por un equipo de profesionales voluntarios (abogados, psicólogos, médicos, asistentes sociales, consejeros familiares, expertos en derecho canónico, expertos en métodos naturales de regulación de la natalidad etc.) aptos para brindar servicios gratuitos de consejería familiar, mediación, atención de problemas de violencia doméstica, [de adicciones] etc. También brindaría servicios de capacitación a agentes de la pastoral familiar y a otras personas interesadas en estas materias.” (íbidem, lit. d).
“Mediante este Centro, la Iglesia local manifestaría más claramente su cercanía a las problemáticas familiares. Si bien los servicios prestados por este Centro se diferenciarían netamente de los prestados por la Pastoral Social, sería conveniente una coordinación entre ambos. Si esta experiencia piloto fuera exitosa, más adelante se podría crear Consultorios Familiares Católicos en varios barrios de Montevideo.” (íbidem, lit. e).

5. La investigación de las realidades familiares

El desarrollo de una acción pastoral adecuada requiere un previo estudio de la realidad del ambiente que se pretende evangelizar. Por tal motivo proponemos que el IPF, además de formar a los agentes de la pastoral familiar arquidiocesana, sea un centro de investigación de las realidades familiares, que trabaje en función de las necesidades de dicha pastoral. Más concretamente, proponemos que el IPF realice y publique una investigación por año sobre distintos temas relacionados con la familia, recomendando líneas de acción pastoral en estas materias. Proponemos además que los tres primeros estudios estén referidos a los siguientes temas: divorcio, libertad de educación y bioética (cf. ídem, n. 85, lit. a).
A modo de ejemplo, indicamos algunas de las cuestiones que cabría considerar en la investigación sobre el divorcio:
a) ¿Cuáles son las consecuencias negativas del divorcio de orden económico, médico, psicológico, educativo, policial, religioso, etc. en los esposos divorciados y en sus hijos?
b) ¿Qué deficiencias existen en la tramitación parroquial de los expedientes matrimoniales en relación con posibles casos de nulidad del matrimonio? ¿Cómo podrían superarse?
c) ¿Qué experiencias de apoyo profesional a matrimonios en dificultades existen en la Iglesia uruguaya y en otros países? ¿Qué lecciones se pueden extraer de esas experiencias?
d) ¿Qué clase de formación reciben los estudiantes de derecho de las distintas universidades acerca del apoyo a los matrimonios que tienen intención de divorciarse?
e) ¿Cuántas son las causales de divorcio permitidas por la legislación uruguaya? ¿Cuál es la incidencia estadística de cada una de ellas?
f) ¿Qué experiencias de limitación del divorcio por la sola voluntad de uno de los cónyuges y de matrimonio civil opcionalmente indisoluble existen en el mundo? ¿Qué lecciones se pueden extraer de esas experiencias?
g) ¿Bajo qué condiciones el matrimonio civil opcionalmente indisoluble sería canónicamente obligatorio para los fieles católicos?
h) ¿Cómo influyen el sistema educativo y los medios de comunicación social en la consolidación de una cultura divorcista? ¿Qué se podría hacer para contrarrestar estas influencias?


6. Asociación de Familias Cristianas de Montevideo.

“La familia tiene el derecho de ejercer su función social y política en la construcción de la sociedad. Las familias tienen el derecho de formar asociaciones con otras familias e instituciones, con el fin de cumplir la tarea familiar de manera apropiada y eficaz, así como defender los derechos, fomentar el bien y representar los intereses de la familia. En el orden económico, social, jurídico y cultural, las familias y las asociaciones familiares deben ver reconocido su propio papel en la planificación y el desarrollo de programas que afectan a la vida familiar.” (Carta de los Derechos de la Familia, Art. 8).
No existe actualmente en Montevideo ni en el Uruguay una asociación de familias que defienda y promueva el derecho a la vida y los demás derechos naturales de las familias desde la perspectiva cristiana. Dado que Montevideo reúne a casi la mitad de la población del país y que es su capital política, las familias católicas de nuestra ciudad tienen el deber de dar una contribución importante a la resolución de los problemas de alcance nacional que afectan a las familias.
Por tal motivo proponemos crear una Asociación de Familias Cristianas de Montevideo (AFCM), de alcance ecuménico. Desde el punto de vista canónico la AFCM sería una asociación privada de fieles. Si se formaran asociaciones similares a ésta en el resto del país, más adelante se podría crear una organización de segundo nivel (una “Federación de Familias Cristianas del Uruguay”) que agrupara a todas esas asociaciones de familias cristianas.
Se admitiría como socios de la Asociación de Familias Cristianas de Montevideo a personas mayores de edad que residan en nuestro departamento, hayan formado su propia familia, profesen la fe cristiana o reconozcan los principios de la ley moral natural y estén dispuestos a trabajar para ponerlos en práctica.
La carta magna de esta Asociación sería la Carta de los Derechos de la Familia presentada por la Santa Sede a todas las personas, instituciones y autoridades interesadas en la misión de la familia en el mundo contemporáneo.
El objetivo principal de la Asociación sería defender y promover los derechos de la familia. Una de sus primeras prioridades sería promover opciones alternativas al aborto y a la fecundación in vitro.
La Asociación cooperaría con la Iglesia Católica, con otras confesiones cristianas y religiones no cristianas y con otras instituciones comprometidas con la defensa de la familia y de la vida, procurando coordinar las distintas iniciativas existentes e impulsar nuevas iniciativas conjuntas.

7. Fundación Pro Educación Católica.

“Los padres tienen el derecho de elegir libremente las escuelas u otros medios necesarios para educar a sus hijos según sus conciencias. Las autoridades públicas deben asegurar que las subvenciones estatales se repartan de tal manera que los padres sean verdaderamente libres para ejercer su derecho, sin tener que soportar cargas injustas. Los padres no deben soportar, directa o indirectamente, aquellas cargas suplementarias que impiden o limitan injustamente el ejercicio de esta libertad.” (Carta de los Derechos de la Familia, Art. 5, lit. b).
El ordenamiento vigente en nuestro país deja mucho que desear con respecto a la plena vigencia de la libertad de educación, garantizada por el Artículo 68 de la Constitución de la República. Son muchos los padres católicos que desearían brindar a sus hijos una educación católica, pero no pueden hacerlo por razones meramente económicas. Algo similar ocurre a familias de otras confesiones religiosas.
Por tal motivo proponemos la creación de una Fundación Pro Educación Católica, en lo posible en el nivel nacional (dependiendo de la Conferencia Episcopal), o en su defecto en el nivel arquidiocesano (dependiendo del Arzobispado). Los objetivos principales de esta Fundación serían los siguientes:
a) Obtener recursos para subsidiar la educación católica de los hijos de padres católicos de escasos recursos, mediante un programa de becas.
b) Promover la plena libertad de educación religiosa en el Uruguay.
Con respecto al objetivo a), si la Fundación tuviere alcance nacional, recomendamos proponer que se dé al contribuyente la posibilidad de optar entre varios destinos posibles del Impuesto de Enseñanza Primaria: la Administración Nacional de Educación Pública, la Fundación Pro Educación Católica y eventualmente otras fundaciones análogas pertenecientes a otras comunidades religiosas o filosóficas.

Daniel Iglesias Grèzes
Montevideo, 5 de marzo de 2005.

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